...O "puches de duz", así es cómo las llaman en el pueblo donde nací y muy típicas de esta noche de todos Los Santos, junto a los Buñuelos de viento y los Huesos de Santo (que en otra ocasión haré)...
Tienen su historia o leyenda...Recuerdo que cuando era muy, pero que muy pequeña, en éste día de difuntos desde muy temprano las gentes del lugar acudían al cementerio a homenajear a sus seres más queridos y las lápidas, adornándolas con coronas de plumas y flores negras, faroles y velas...que con las lápidas en mármol blanco y algunas ya amarillentas por el paso de los años, le daban al cementerio un aspecto muy fúnebre y casi miedoso...
Pero era obligatorio ir en ese día, para rezar y velar por los muertos. Todas las matriarcas se quedaban allí sin comer, velando, hasta que a la tarde cuando se celebraba la misa de todos los difuntos y una vez terminada...se recogían todos los bártulos y se guardaban para el siguiente año...
Y a partir de aquí empieza la particular noche de miedo para los niños...Era una noche de mucho respeto y recogimiento...no se abrían bares, ni discoteca, nada que tuviera que ver con la diversión.Se decía que los muertos o sus espíritus venían al anochecer a las casas de los familiares para estar con ellos...todo era silencio sepulcral...
Recuerdo que se nos hizo de noche en casa de mi abuela y al salir, iba agarrada a mi madre y sin querer levantar la vista del suelo por si me encontraba con algún espíritu, que según decían andaban por los tejados. Y ya en casa, los niños, nos íbamos muy pronto a la cama y con la cabeza arropada... porque cuando se escuchaban ruidos en el tejado, sabíamos que ya habían llegado...
A la mañana siguiente nos preguntaban que si los habíamos visto...( sí, y quién era el guapo que se levantaba para verlos???)...La respuesta era que no, pero que sí, los habíamos oído...( cómo no, si era una casa vieja con miles de ruidos!!!)....Entonces los padres nos decían que sí, que habían estado allí y nos habían dado las gracias por portarnos tan bien con ellos...comiéndose las puches dulces que se habían hecho para la ocasión...
...Ya habréis adivinado quién se comía las puches, no???...
Ahora, en éstos tiempos estoy segura que los niños no conocen las puches dulces y mucho menos éstas historias...Con el "truco o trato" tienen bastante!!!...
INGREDIENTES:
1 l de leche
4-6 cucharadas de azúcar
1 cucharada colmada de harina
1 cucharada colmada de maicena
2 cucharaditas de matalahúva o anís
1 rama de canela
1 cáscara de naranja
1 cáscara de limón
Aceite de oliva virgen y canela.
Ponemos una cazuela al fuego con 4-6 cucharadas de aceite, las dos de matalahúva, la rama de canela y las cáscaras de naranja y limón, bien lavadas y sin la parte blanca. Cuando empiece a dorarse agregamos 1/2 l de leche, cocemos sin que llegue a hervir. (En este punto, si no queremos encontrarnos los anises en la crema, cocemos unos minutos para que se aromatice bien la leche y colamos).
Mezclamos la harina y la maicena y las desleímos en el medio litro de leche restante. Se lo añadimos a la leche caliente cuando ésta empiece a hervir, junto con el azúcar y removemos para que no se pegue y hasta que espese...( es parecido a una bechamel).Quitamos las cáscaras y la ramita de canela.
Servimos en platos o cuencos y espolvoreamos con canela.
Como ya he dicho, he vivido hace mucho tiempo ésta y más historias y me gusta acordarme de ello...Son mitos y leyendas de pueblo, aunque muchas veces la realidad supera a la ficción...Y por qué no???...Todo puede hacerse realidad...
Por cierto...a alguien le gustaba la serie de "Los hombres de Paco"???.A mí, nooo...Pues en el cementerio de mi pueblo que ya no es tan fúnebre y lúgubre y que hace tiempo entró el colorido de las flores frescas y de tela...En éste mismo, enterraron al guaperas de la serie...aunque en realidad lo que enterraron fue una bolsa del mercadona con chorizos...
¡¡¡ Cómo han cambiado las cosas!!!
Pero era obligatorio ir en ese día, para rezar y velar por los muertos. Todas las matriarcas se quedaban allí sin comer, velando, hasta que a la tarde cuando se celebraba la misa de todos los difuntos y una vez terminada...se recogían todos los bártulos y se guardaban para el siguiente año...
Y a partir de aquí empieza la particular noche de miedo para los niños...Era una noche de mucho respeto y recogimiento...no se abrían bares, ni discoteca, nada que tuviera que ver con la diversión.Se decía que los muertos o sus espíritus venían al anochecer a las casas de los familiares para estar con ellos...todo era silencio sepulcral...
Recuerdo que se nos hizo de noche en casa de mi abuela y al salir, iba agarrada a mi madre y sin querer levantar la vista del suelo por si me encontraba con algún espíritu, que según decían andaban por los tejados. Y ya en casa, los niños, nos íbamos muy pronto a la cama y con la cabeza arropada... porque cuando se escuchaban ruidos en el tejado, sabíamos que ya habían llegado...
A la mañana siguiente nos preguntaban que si los habíamos visto...( sí, y quién era el guapo que se levantaba para verlos???)...La respuesta era que no, pero que sí, los habíamos oído...( cómo no, si era una casa vieja con miles de ruidos!!!)....Entonces los padres nos decían que sí, que habían estado allí y nos habían dado las gracias por portarnos tan bien con ellos...comiéndose las puches dulces que se habían hecho para la ocasión...
...Ya habréis adivinado quién se comía las puches, no???...
Ahora, en éstos tiempos estoy segura que los niños no conocen las puches dulces y mucho menos éstas historias...Con el "truco o trato" tienen bastante!!!...
INGREDIENTES:
1 l de leche
4-6 cucharadas de azúcar
1 cucharada colmada de harina
1 cucharada colmada de maicena
2 cucharaditas de matalahúva o anís
1 rama de canela
1 cáscara de naranja
1 cáscara de limón
Aceite de oliva virgen y canela.
Ponemos una cazuela al fuego con 4-6 cucharadas de aceite, las dos de matalahúva, la rama de canela y las cáscaras de naranja y limón, bien lavadas y sin la parte blanca. Cuando empiece a dorarse agregamos 1/2 l de leche, cocemos sin que llegue a hervir. (En este punto, si no queremos encontrarnos los anises en la crema, cocemos unos minutos para que se aromatice bien la leche y colamos).
Mezclamos la harina y la maicena y las desleímos en el medio litro de leche restante. Se lo añadimos a la leche caliente cuando ésta empiece a hervir, junto con el azúcar y removemos para que no se pegue y hasta que espese...( es parecido a una bechamel).Quitamos las cáscaras y la ramita de canela.
Servimos en platos o cuencos y espolvoreamos con canela.
Como ya he dicho, he vivido hace mucho tiempo ésta y más historias y me gusta acordarme de ello...Son mitos y leyendas de pueblo, aunque muchas veces la realidad supera a la ficción...Y por qué no???...Todo puede hacerse realidad...
Por cierto...a alguien le gustaba la serie de "Los hombres de Paco"???.A mí, nooo...Pues en el cementerio de mi pueblo que ya no es tan fúnebre y lúgubre y que hace tiempo entró el colorido de las flores frescas y de tela...En éste mismo, enterraron al guaperas de la serie...aunque en realidad lo que enterraron fue una bolsa del mercadona con chorizos...
¡¡¡ Cómo han cambiado las cosas!!!
Pues nunca las he probado, pero por la pintaza que tienen, estas gachas deben de saber a gloria bendita.
ResponderEliminarY que presentación tan bonita, si es que te sirven esto en la mesa y te rebañas el plato entero.
besitos
Jamás había oído hablar de este plato Goyi, pero ya te digo que por los ingredientes que lleva tiene que estar muy bueno y con esa presentación yo no dejaría nada en el plato.
ResponderEliminarUn besiño.
No conocía este plato pero con esos aromas tiene que estar delicioso. Me encanta además la historia que tiene detrás, es lo que lo hace realmente especial.
ResponderEliminarBicos
Este plato le encantaba a mi abuelo, nose si era esactamente igual , pero también lo llamaban gachas y era dulce con lo que básicamente serán lo mismo. Le tengo que preguntar a mi madre y hacerlas porque es que ya ni me acordaba de esto. Gracias por recordármelo. Y desde luego, yo también soy partidaria de nuestra fiesta tradicional, era mucho mas tenebrosa, ja, ja. Besos.
ResponderEliminarNo conocía esta receta, pero me has dejado con unas ganas de probarla tremendas.
ResponderEliminarBesitos
Pues no conocia yo este postre...muy rico!
ResponderEliminarUn beso,
Nosotros tenemos la costumbre de ir a casa de mi madre a comer las gachas, nos juntamos todos los hijos, nueras, yernos, nietos y ella hace un buen perolón de gachas dulces, son parecidas a las tuyas aunque llevan tostones de pan frito. En fin que me gustan mucho tus gachas, ah!, y a mi si me gusta encontrarme el anís.
ResponderEliminarUn Saludo
Chelo
Que recuerdos me trae este plato, en mi pueblo también son típicas las gachas, con otro toque pero muy parecidas.
ResponderEliminarA ver sí un día me animo, las tuyas geniales.
Tienen una pinta... ¡qué ricas! Este año aún no las he probado, mi abuela las prepara de lujo igual que tu.Yo de gansa nunca las he preparado. Le voy a preguntar por su receta a ver si las prepara igual.
ResponderEliminarBesotes guapa.
;-D
La pinta es estupenda y la presentación muy buena!!!!!
ResponderEliminarNunca lo he probado pero ha llegado el momento!!!! A que hora me paso por tu casa?????
Besitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Nunca las he probado, pero viendo la pinta que tienen, deben estar estupendas.
ResponderEliminarMe ha encnatado la historia, ahora a los niños, no se les asusta con nada...jeje
besitos y feliz semana
¡¡que ricas¡¡ y que recuerdos me traen
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
Yo he comido gachas en Almeria y me gustaron mucho, asi que tendré que probar las tuyas.
ResponderEliminarUn beso
Imagino que deben de estar deliciosas estas gachas viendo los ingredientes que llevan. Qué pena no poder probar un platillo ahora! Divertida la historia para asustar a los niños jeje. Bss
ResponderEliminarmuy buena la presentacion y el aspecto tambien
ResponderEliminarNo las he probado, pero se ven muy buenas, las has presentado muy bonitas, como siempre.
ResponderEliminarEstos recuerdos e historias como la que has contado no deberían perderse nunca, forman parte de nuestra tradición.
Besos guapetona.
jajaja, pues yo nunca he visto esa serie, pero bueno es saber ese dato historico, jajaja
ResponderEliminarYo nunca he comido gachas, será hora de empezar a hacerlo ;)
Recibiste mi correo con la dirección del curso??? Te esperaremos a desayunar, jajaja
Salu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
No habia oido hablar nunca de este plato pero tiene que estar buenísimo y encima fácil con lo que a mi me gustan asi.
ResponderEliminarBesitos guapa, ah y la historia me ha encantado.
Buenas historias!
ResponderEliminarEstupenda receta tradicional!
La decoración del plato...el toque que la hace todavía más apetecible.
***Saludos!
Me ha encantado la historia, nunca había oido hablar de éste plato, a la vista, parecen natillas , se ven estupendo.
ResponderEliminarGoyi, ya he comprobado que se puede poner lo de la impresora con un gadget html, lo acabo de poner en el blog, a ver si así te animas, jejejeje
Besazos guapa
Nunca las he probado , pero viendo las tuyas seguro que me gustan
ResponderEliminarMil besossss
Deliciosas!!! a mí siempre me las hace mi tía todos los años para el día de todos los santos, me encantan!!! a lo mejor es porque las como una vez al año, jejeje.
ResponderEliminarNunca las he hecho, a ella le salen tan ricas... que no me atrevo a hacerle sombra :D además me hace mucha ilusión que me las prepare así que este plato, de momento, me voy a dedicar sólo a saborearlo ;))
La presentación como siempre habla por sí sola, me encanta!!
Bsoos
Hola Goyi. Una historia muy bonita y que como insinúas ya casi nadie de la gente joven deben conocer. Pasa igual en otros sitios, nuestras costumbres van desapareciendo tragadas por unos inventos consumistas, que aquí no tienen tradición y que están metiendo porque es lo que se lleva. Así nos luce el pelo jj.
ResponderEliminarTienen que estar deliciosas, seguro que me encantarían.
Saludos
Me encanta saber destas estorias e lendas. Hacen parte de la cultura e es siempre bueno descubrir-las. La recete te ha quedado fenomenal como siempre.
ResponderEliminarBesitos
Cuánto me gustaban esas historias de pequeña, pero me hacía c... por la pata abajo; además, vivía en una casa antigua, aunque reformada,subir a la cámara-desván- o ir a la bodega- es que fue una bodega en su día pero de verdad- era encender todas las luces y cantar en voz alta para ahuyentar al miedo.Las gachas o puches también llamadas en nuestro pueblo dulces siempre me han llamado la atención porque nadie me sabía explicar bien como se hacían y como yo soy muy galga tenía ganas de probarlas. Es que las otras no me ilusionan nada.Bueno chica que ya es tarde y gracias por tus aportaciones.Te debo una.
ResponderEliminarBeaaaaaaaaaa!!!...Si es que eres mu galga!!!...Aunque las otras también tienen su puntito...
ResponderEliminarWapa, todavía estoy esperando la recetica de las cañas!!!
Muchos besitos...
Que hermosa presentación, es que cualquier plato sencillo lo conviertes en una obra de arte..
ResponderEliminarbesos
Gaby
Me encanta tu historia de miedo!!!, desde luego eso si que lo es, y no el "truco o trato". que bien que aún nos acordemos de nuestras propias historias, aunque me pregunto si en el fondo no eran demasiado tenebrosas para los niños!.
ResponderEliminarBien, tus gachas son muy apetitosas y nada tenebrosas...mejor que una "chuche"!
Mil besitos preciosa!
Suerte que hay personas como tu, que no se olvidan de estas historias y tradiciones que son tan nuestras! tiene una pinta deliciosa!!!
ResponderEliminarMuchos Besos